Especificaciones de compra de alimentos

Un buen enlatado preserva los alimentos por más tiempo.

La trazabilidad es clave en este producto. Define el tamaño y peso por pieza o lote, según la necesidad. Define las temperaturas de transporte y almacenamiento para evitar la descongelación parcial. Exige empaques que protejan la frescura y eviten el daño durante el transporte.

Define el origen geográfico, si es importante para la receta o la calidad. Especifica si se requiere pan integral, blanco, de masa madre o con semillas. Define la frescura y la textura, así como la fecha de elaboración. Un buen almacenamiento garantiza su conservación y sabor.

Al adquirir pan y productos de panadería, indica el tipo de harina, el tamaño y el peso deseado. La congelación conserva los alimentos por largos períodos. Especifica si se requiere leche entera, descremada o semidescremada, según la receta.

Especifica si se prefieren enteras, molidas o en hoja, según la receta. En aceites y grasas, indica el tipo (oliva, girasol, vegetal), el grado de refinamiento y la acidez máxima permitida. Para productos enlatados, indica la marca preferida, el peso neto y el tipo de líquido de cobertura.

Indica el origen geográfico, si afecta significativamente al aroma y sabor. Para productos lácteos, indica el contenido graso, el tipo de pasteurización y la marca preferida. Para alimentos congelados, indica la marca, el peso neto y el método de congelación utilizado.

La claridad en estos detalles reduce errores y facilita la preparación. Define el tamaño del envase y las condiciones de almacenamiento para preservar sus propiedades. Define el método de pesca y el origen geográfico, si es relevante. Especifica si se requiere aceite virgen extra, refinado o prensado en frío, según su uso.