Mapa de planta del paleocristiano caracteristicas
Las plantas de las iglesias paleocristianas reflejaban la organización de la comunidad cristiana. Esta disposición buscaba mantener el orden y la jerarquía dentro del templo. Su planta rectangular, dividida en naves longitudinales, ofrecía una gran capacidad.
Aunque no presentaban una planta arquitectónica definida, sí contaban con nichos para tumbas. Factores como la topografía del terreno influían en la disposición de la planta. Mosaicos y pinturas murales narraban escenas bíblicas y vidas de santos.
Esta práctica simbolizaba la espera del regreso de Cristo.
La seguridad era primordial en tiempos de persecución. El baptisterio, un edificio separado de la basílica, cobraba gran importancia. Esto implicaba readaptar edificios civiles, como basílicas de mercado, para fines religiosos. Los clérigos ocupaban un espacio diferenciado en el ábside.
El bautismo era un rito fundamental en la iniciación cristiana. Sin embargo, la base rectangular y el ábside semicircular se mantuvieron como características distintivas. Las primeras iglesias paleocristianas, a menudo, adaptaron estructuras romanas preexistentes. La sencillez y la funcionalidad eran primordiales en esta época inicial.
Su planta era más compleja y requería una planificación cuidadosa. Ejemplos de estas basílicas se encuentran en el norte de África. Sin embargo, la orientación hacia el este, en dirección a Jerusalén, era preferida. La orientación de las basílicas hacia el este, si bien común, no era una regla absoluta.
Algunas basílicas paleocristianas incorporaban transeptos, formando una planta de cruz latina. La pila bautismal, situada en el centro, permitía la inmersión completa del neófito.